domingo, 24 de noviembre de 2013

Unas puertas abiertas a la percepción

"Cuando la música termina, se apagan las luces..."


Podríamos empezar a hablar de The Doors por el día en que se muere Jim Morrison, su cantante e imagen icónica. Tras múltiples problemas con el alcohol y mudarse a París, tras intentar desintoxicarse y caer de un segundo piso sin demasiadas consecuencias, Morrison aparece muerto en una bañera el 3 de julio de 1971 en extrañas circunstancias. La versión oficial habla de un ataque al corazón, pero lo cierto es que nunca le hicieron la autopsia.

Riders on the storm (enlace)

Como decía antes, podría empezar a hablar del grupo por la muerte de su cantante, como he hecho, pero así no os contaría nada que un buen seguidor de The Doors no supiese. Lo que me pregunto más a menudo es si la muerte de Morrison elevó al grupo al Olimpo del Rock, o si los ocho discos de oro consecutivos, cifra que nunca había conseguido nadie en Estados Unidos serían suficientes para que hoy en día se pudiese considerar a esta banda como uno de los mejores grupos de todos los tiempos. Ahí lo dejo, cada uno tendrá su opinión. Lo que no cabe duda es que Morrison sí se ha convertido en un icono de la cultura pop y tal vez con su imagen ha hecho que la cotización de The Doors haya subido más enteros de los estrictamente necesarios.

The end (enlace)

No por ello quiero restar valor a una música que me parece muy estimable en su conjunto, con algunas canciones espléndidas y sobre todo con un significado clave en su momento histórico. Hoy asociamos algunos de sus mejores temas a películas inolvidables o a escenas de esas películas que forman parte ya del acervo cultural del siglo XX, recordamos su música en la transición en la mentalidad de unos Estados Unidos que por primera vez no ganaban una guerra y suponía la pérdida de la inocencia de toda una generación.

L.A.Woman (enlace)

Para mí, lo más interesante del grupo, aparte de lo ya comentado, es un detalle más nimio y más mundano: Es un grupo cuya base rítmica carece de bajista. Formado por el ya mentado Morrison, que además de voz, tocaba ocasionalmente alguna percusión de mano, Ray Manzarek, teclados y coros, Robby Krieger, guitarra y harmónica, y John Densmore a la batería, el grupo utilizaba algunas repeticiones rítmicas del órgano haciendo las funciones estructurales en el ritmo que normalmente hace el bajo o el contrabajo. En eso fueron absolutamente originales y su sonido se hizo totalmente inconfundible.

No me moleste mosquito (enlace)

El vídeo sobre estas líneas está fechado con posterioridad a la muerte de Jim Morrison. Simplemente lo incluyo para que tengáis una idea de la capacidad creativa de The Doors sin su carismático cantante y letrista. Cualquier otro día hablaré más de ellos, pero hoy ya os dejo con un concierto completo de 1968 que está en calidad HD 720

Directo en el Hollywood Boulevard (Concierto completo 1968) (enlace

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