jueves, 21 de noviembre de 2013

Me parece muy bien


Sé que no me voy a ganar muchos amigos con lo que voy a decir. Pero lo voy a hacer.

Han detenido a un tipo por haber pirateado el disco de Extremoduro, Para todos los públicos, antes de su salida al mercado, lo que obligó al grupo y a su casa de discos, la Warner, creo, a adelantar la salida del mismo unos cuantos días. La copia pirateada era, al parecer de la disquera, "de baja calidad".

No voy a entrar sobre las razones que existen para piratear discos y a donde ha llevado esta situación a la industria del disco. Entre otras cosas porque la propia industria infló una burbuja indecente en el precio de las cosas y se lucró bárbaramente a costa de los consumidores y de los propios autores e intérpretes. (Cada vez que escribo esto me acuerdo del precio de un maxisingle con una única canción que en 1988 me costó la friolera de 3325 pesetas, unos 20 euros, en una tienda de Vigo) Lo malo es que el pirateo, aparte de darle una buena bofetada de realidad a las disqueras, está transformando (y no sé si para bien en todos los casos) el mundo de los autores, interpretes, grupos...

Piratear no es legal. Vale. ¿Compartir?,... Recuerdo mi primer disco de Siniestro Total, ¿Cuándo se come aquí?, el de la portada de los Hermanos Dalton, que pasó por todos mis amigos de la clase de 2º de BUP durante cinco meses casi. Tanto fue el tiempo de préstamo que tuve que comprarme un segundo ejemplar para mí...  Compartir en la era digital debería ser lícito también, pero compartir en el modo en que compartíamos los discos o las cintas de cassette hace unas décadas. Uno sólo dejaba sus discos a los amigos que conocía. Y sé que lo que digo no es popular, pero es lo que realmente pienso.

Pero volvamos al inicio. Han detenido a un tipo por piratear, reventar diría yo, el nuevo disco de Extremoduro. ¿Qué queréis que os diga? Me parece muy bien.

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