Siempre me ha sorprendido el punto pretencioso de Santiago Auserón cuando habla de su música. Bueno, de su música y de cualquier otra cosa. Pero la verdad es que en su mensaje destila razones poderosas y razonamientos brillantes. Radio Futura había empezado antes pero realmente empezó aquí, en este fantástico disco de 1984, La ley del desierto / La ley del mar. Como sabéis, en esta serie de "indispensables" estoy incluyendo la música que de una manera u otra ha marcado mis gustos musicales y mi vida, por eso incluyo este disco y no otros (que los hay mejores) de esta banda.
En 1990 tuve el placer de entrevistar con calma a Santiago Auserón con motivo del segundo concierto que daba este grupo en Vigo. El primero había sido en 1984 en El Kremlin, un 9 de septiembre tormentoso, pero de él ya hablaré otro día. Como decía, pude hablar con la voz de Radio Futura durante casi una hora en el hotel en el que estaban alojados. Acababan de lanzar Veneno en la piel, su último álbum en estudio, pero estuvimos hablando mucho de La Ley... como disco en el que se fijaron las pautas del grupo, en el que se presentaron las bases de su investigación sonora y se pusieron los pilares para consolidar el proyecto de dar sonoridad en español a ritmos afrocubanos y a los ritmos más puros del rock&roll y el rhythm&blues anglosajones.
Radio Futura hizo en este disco un trabajo fantástico con muchas limitaciones técnicas. De hecho, en pos de una libertad creativa que se le negó con su anterior casa de discos y formación (recordad la época de Molero, Hispavox, Divina y Enamorado de la moda juvenil) los Radio Futura se negaron a firmar un contrato con Ariola, que fue quien distribuyó el trabajo (más tarde sí firmarían con esta casa de discos), y se pasaron un tiempo experimentando y aprendiendo en un estudio de grabación "que nos pudimos permitir con nuestros medios". Eso hizo que algunas canciones tuviesen numerosísimas versiones posteriores que mejoraban las originales. Pese a ese lastre, el disco fue un rápido éxito tal vez porque el grupo estaba mucho más que rodado en directo y estas canciones eran ya muy conocidas. Evidentemente, el disco será recordado por el gran público por Escuela de calor, pero este disco es mucho más que ese temazo.
El disco fue producido por Jesús Gómez y el propio grupo. Tiene, como indica el propio título, dos partes muy diferenciadas. El desierto es la primera parte, más metálica, rock e influida directamente por el punk y las percusiones áridas tan en moda aquella época. La segunda, el mar, es fundamentalmente el punto de arranque del rock latino que intentó con éxito la banda en los discos posteriores marcando definitivamente su sonido. En esta segunda parte, otro gran éxito marcó el porvenir de Radio Futura: fue Semilla Negra.
Semilla Negra (versión 92) (enlace)
Lo curioso de esta canción, compuesta por Santiago y Luis Auserón es que originalmente no era para Radio Futura, pues los hermanos solían también componer por encargo -como buenos letristas e instrumentistas-. Y este tema estaba destinado para el repertorio de Miguel Bosé. Bendita la hora en que el cantante no fue capaz de incorporarla a su voz y la desechó. Enrique Sierra y sobre todo Carlos Solrac Velázquez fueron bastante reticentes a que esta canción entrase en el disco, pues distaba bastante de la estética hard que ellos llevaban. De hecho, el batería abandonaría el grupo más tarde por no sentirse cómodo haciendo este estilo de música. El disco, vuelto a escuchar con oídos del siglo XXI sigue sonando fantástico y resulta incluso no tanto innovador como sí demostrativo de la evolución del rock en español en los años posteriores.
Las letras, por otra parte son magníficas:
"Aquí viene Juan el bueno
con una idea fija en la mente
se aparta la gente de sus ojos
fríos como el hielo
vigilando la oscuridad
de la calle todavía en calma
los chicos están esperando
el momento para actuar.
No queda tiempo para recordar
jamás volvió a sonreír
vamos a ver quién es aquí la ley"
La Ley
"Se hizo más profundo el silencio
a medianoche te alejaste de mí.
Y tuve celos de alguna obsesión
que no quería dejarte dormir.
Señales de otro mundo en el cielo,
hacia el oeste comenzaste a andar
sin pensar que soy tu sombra,
soy tu sombra y te voy a seguir.
Tendida en la costa te hallé,
soñando con el viento
cerraste los ojos para no saber
quién tomaba tu cuerpo.
Tus pechos rebeldes apuntan al mar
y abajo la jungla se enciende
y no puedes volver a escapar.
Soñando con el viento
por el límite continental,
hallé tu cuerpo en Portugal".
En Portugal
Esto es por poner dos ejemplos, pero el nivel de las letras es espléndido en todas las canciones y bajo mi punto de vista es el secreto del éxito de este álbum de Radio Futura. Y ahora disfrutadlo con calma.
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